martes, 4 de junio de 2013

Mensaje de Napoleón a los españoles.

Gaceta de Madrid, 3 de junio de 1808

De Napoleón, Emperador de los franceses...

Españoles: después de una larga agonía, vuestra nación estaba a punto de morir. He visto vuestros problemas y voy a remediarlos. Vuestra grandeza y vuestro poder es parte del mío. Vuestros príncipes me han cedido todos sus derechos a la Corona de España; yo no deseo reinar en vuestras provincias; pero deseo adquirir derechos eternos al amor y reconocimiento de vuestra posteridad. Vuestra monarquía es vieja; mi misión es rejuvenecerla; yo mejoraré vuestras instituciones, y veré con ello que os beneficiáis de las ventajas de la reforma sin experiencia de conflictos, desórdenes y disturbios por vuestra parte.

Españoles: he convocado una asamblea general de representantes de las provincias y ciudades. Yo mismo quiero saber vuestros deseos y necesidades. En ese momento transferiré mis derechos, y colocaré vuestra gloriosa corona en la cabeza de otro. Os aseguraré una constitución que reconcilie la adecuada y deseable autoridad del gobernante con las libertades y privilegios del pueblo.

Españoles: recordad lo que vuestros ancestros eran, y ahora mirad en lo que os habéis convertido. No es vuestra culpa, sino la del mal gobierno que os ha regido. Depositad vuestra entera esperanza y confianza en las actual situación; porque quiero que incluso vuestros descendientes me recuerden y digan de mí: él fue el regenerador de nuestra patria.





lunes, 3 de junio de 2013

Lo sublime

Sublime.

Sublime es un adjetivo que él sólo evoca sublimidad. ¿Etimológicamente qué es? Ascensión, elevación. Pero no una subida lenta, no, y así nos lo deja ver la ciencia que aplica el verbo sublimar al paso directo de sólido a gas sin pasar por lo gaseoso. Así lo sublime es el ascensor que permite ver a través de sus vidrios la escalera paralela a éste y lo lentos que son los pasos escalón a escalón.